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Dentofobia o pánico a ir al dentista
Más de la mitad de la población experimenta malestar, angustia o pánico a ir al dentista. Incluso, como asegura la Organización Mundial de la Salud, un 15% de la población tiene fobia al dentista, lo que representa un auténtico obstáculo para la salud bucodental. El odontofòbia es una realidad presente en nuestra sociedad y nuestro objetivo es combatir este mal con mucha paciencia, sensibilidad y conocimientos científicos. Sigue leyendo y verás que no todas las clínicas dentales son iguales.
La típica clínica dental
La gran mayoría de centros odontológicos tienen el mismo funcionamiento desde hace décadas. Se caracterizan por ser edificios con tabiques blancos y típicamente medicalizados que huelen a productos dentales (típico olor a dentista…), con salas de espera incómodas, con sillas dentales pensadas sólo para la comodidad del dentista y con una nula sensibilidad a las necesidades de los pacientes durante el tratamiento. Son centros donde la actuación médica es lo único que importa, o sea, lo más importante es que el profesional trabaje cómodo, sin atender a lo que el paciente pueda estar sintiendo y sin procurar por su experiencia.

Lo más detestado de las clínicas dentales
No nos engañemos, nuestra profesión es de las más odiadas y no conseguiremos nunca transmitir las mismas sensaciones que un Spa o un restaurante de calidad. Ahora bien, hay estímulos negativos a las clásicas clínicas dentales que pueden ser neutralizados. Veámoslo:
El clásico olor a dentista
Hay una serie de productos que se utilizan en la odontología que generan la característica y odiada olor a dentista.
El poco agradable tiempo de tratamiento
Estar 30 o 40 minutos (o más…) con la boca abierta mientras gente con mascarilla te manipulando no es agradable, menos cuando lo único que puedes hacer es o bien mirarlos como se concentran en tu boca o bien mirar la lámpara o el maravilloso techo del gabinete dental. Pueden ser momentos eternos sin otra cosa que hacer que intentar que pase el tiempo.
El momento de la anestesia
A nadie (casi) nadie le gusta que el pinchen en la boca con una jeringa y menos cuando la persona que lo hace prioriza la rapidez y su comodidad a la del paciente. Hay personas que tienen una auténtica fobia a las agujas, lo que les impide mantener una prevención en salud mínimamente adecuada.
El espantoso sonido de las turbinas girando en tu boca
El instrumental del dentista no invita mucho a la tranquilidad, esto es cierto, pero si añadimos el sonido constante del instrumental eléctrico en tu boca la relajación es un objetivo al alcance sólo de unos pocos.

Nuestro modelo para combatir el miedo al dentista
Nuestro modelo de atención para reducir y / o eliminar tanto el miedo al dentista como el malestar durante la exploración y el tratamiento es sencillo pero muy poderoso.
Detener el tratamiento cuando quieras
Uno de los factores más determinantes a la hora de sufrir ansiedad es la ausencia de percepción de control que se sufre en las sillas dentales. En nuestra clínica con sólo un gesto del paciente con la mano izquierda el tratamiento se detiene inmediatamente hasta que éste decida proseguir.
Protocolos de atención orientados a la psicoemocionalitat los pacientes
A Sanz Clínica Dental el protocolo de atención está diseñado para favorecer la relajación y el bienestar del paciente, no la comodidad de los profesionales. Por ejemplo, los tiempos en cada fase de los tratamientos están diseñados para desactivar fisiológicamente la ansiedad del paciente, para relajarlo.
Nuevas tecnologías
Durante el tratamiento existe la posibilidad de ver una película, serie o cualquier otro contenido a elegir por el paciente, sea en una pantalla situada en el techo o sea en unas gafas de realidad virtual. Además, con los cómodos auriculares Bluetooth no tendrás que escuchar el sonido de los aparatos dentales.
Aromaterapia
Nuestra clínica no huele a dentista ya que disponemos de un avanzado sistema de aromatización electrónico con un olor especialmente diseñada para nosotros. Sanz Clínica Dental no huele a dentista, sino que olemos a lo que queremos oler.
Anestesia sin dolor
La técnica que la familia Sanz ha enviado durante tres generaciones garantiza que en el momento de la anestesia pinchazo no te haga daño. De hecho, difícilmente se puede detectar la misma. No es una exageración.
Sedación consciente
Para los casos más severos de pánico y por aquellos niños y niñas que no consiguen llegar a un estado de mínima relajación para la evaluación del odontólogo, el equipo de sedación consciente con óxido nitroso es un recurso importante. Sin tomar la conciencia, la persona entra en un estado de desactivación psicofisiológica que favorecerá tanto el trabajo de los profesionales como la tranquilidad del/la paciente.
Asistencia, apoyo y consejo psicológico
También para los casos en que la barrera psicológica es demasiado importante o para aquellos que quieran iniciar el tratamiento con más percepción de seguridad, nuestro psicólogo puede diseñar un protocolo a medida para generar un contexto facilitador del tratamiento. Podemos hacer sesiones previas sin llegar a entrar en el gabinete dental y así reducir la ansiedad o podemos facilitarle recursos psicoemocionales para afrontar con más garantías el posterior tratamiento bucodental.
Sensibilidad y delicadeza
Parece obvio, pero es la cualidad más importante para el paciente y la que suele fallar en muchos profesionales. Lo más importante para no hacer daño a un paciente es intentar no hacer daño a un paciente. Esta idea tan elemental es la base de nuestro trabajo, ya que trabajamos por la comodidad y el bienestar del paciente en cada actuación que realizamos.
En Sanz Clínica Dental estamos seguros de que si tienes miedo a ir al dentista, sea por malas experiencias en el pasado o por cualquier otra cosa, nosotros seremos capaces de corregir y eliminar esta aversión para que seas capaz de volver a disfrutar de una adecuada salud bucodental.