El dolor dental es un síntoma evidente de que hay algún tipo de problema en la salud bucodental. Lo más habitual es que ese dolor se deba a un problema de caries en alguna pieza dental, pero lo cierto es que las caries no son el único origen del dolor dental. En este sentido, son múltiples y variados los factores que pueden estar detrás del tan temido dolor dental. Veamos.
Causas principales del dolor dental
Caries, el problema más habitual
Pese a que no es el único motivo por el que duelen los dientes, las caries son el principal factor implicado en el dolor dental. Las caries, popularmente conocidas como “diente picado”, son el principal motivo de visitas al dentista, debido a que las caries producen dolor dental.
En este sentido, el desgaste del esmalte dental, aumentado por una mala o insuficiente higiene, provoca que las bacterias de la boca traspasen el esmalte y se filtren al interior del diente, afectando la dentina y, si no se pone remedio, al nervio.
Por eso es tan importante tratar la caries, ya que de lo contrario, si no se sanea y obtura la pieza, lo normal es que la infección acabe afectando a la raíz del diente y la pieza acabe endodonciada o perdida.
Hipersensibilidad dental
La sensibilidad dental es la sensibilidad extrema de los dientes a ciertos estímulos externos como el frío, el calor, el dulce o la acidez.
La sensibilidad dental, llamada también hiperestesia dental, puede provocar dolor del diente sin tener caries y se experimenta como un dolor muy localizado, agudo y punzante en uno o varios dientes expuestos, normalmente, a altas o bajas temperaturas. Por ejemplo, al comer un helado o al beber un té o café muy caliente.
Este dolor tiene su origen en una alta porosidad de la dentina, hecho que provoca que el frío o el calor penetren a través de los poros de la dentina afectando a la raíz del diente. De este modo, la pulpa dental o raíz queda ligeramente expuesta a todo lo que entre en contacto con los dientes, algo que provoca que las personas con sensibilidad dental sean más sensibles a los cambios de temperatura y acidez de los alimentos.
Para saber si una persona sufre de sensibilidad dental basta con identificar los síntomas descritos, o sea, comprobando si los alimentos y bebidas frías y calientes producen dolor dental al ser ingeridos.
En ocasiones incluso los alimentos y bebidas demasiado dulces o ácidos pueden provocar un reflejo de dolor en los dientes.
Los factores a considerar cuando se sufre parestesia dental son, sobre todo, la higiene bucodental y la alimentación, ya que unos adecuados hábitos alimentarios y de higiene dental pueden reducir bastante los síntomas. Es por eso que tu dentista debe aconsejarte como cepillar tus dientes y qué productos de higiene dental utilizar (dentífricos, colutorios, geles, etc.).
Algunos tratamientos dentales
Determinados tratamientos dentales tienen un efecto adverso para tus dientes, aunque sea solo de manera temporal. Así, algunos ejemplos de tratamientos dentales que provocan sensibilidad son:
- Blanqueamientos dentales: Los productos utilizados para blanquear los dientes, sea el peróxido de carbamida o el peróxido de hidrógeno, actúan en el esmalte de los dientes para eliminar el material adherido a los dientes que los oscurece. Esta limpieza química del esmalte de los dientes y que los blanquea puede afectar a la porosidad dental, aunque este efecto adverso no suele durar más que unas horas y no reviste gravedad alguna, siempre y cuando el blanqueamiento haya sido administrado por personal cualificado.
- Ortodoncia: los tratamientos de ortodoncia son efectivos tanto para corregir la posición y alineamiento de los dientes como para corregir la mordida. Ahora bien, la ortodoncia no deja de ser un tratamiento que modifica la posición de los dientes, algo que implica que los ligamentos de los dientes deban sufrir pequeñas luxaciones antes de poder modificar su posición. Estos movimientos, evidentemente, pueden provocar dolor dental, siendo indiferente el tipo de ortodoncia (invisible o con brackets).
- Bruxismo: el bruxismo se caracteriza por la repetición, normalmente inconsciente, de movimientos músculo-mandibulares de rechinado y apretado de dientes. Este movimiento compulsivo suele provocar dolor y tensión dental y mandibular, afectando incluso a la articulación temporomandibular y desgastando los dientes. De hecho, el desgaste de los dientes puede acabar provocando infecciones en las raíces dentales debido a la mayor accesibilidad de las bacterias a la dentina y a la raíz dental.
- La muelas del juicio o cordales: entrando ya en la mayoría de edad los 4 cordales o muelas del juicio suelen empezar a erupcionar, aunque no a todas las personas les acaban saliendo. Estas piezas dentales tardan bastante tiempo en llegar a salir completamente y no siempre se dan las condiciones para ello. Así, en ocasiones las muelas del juicio provocan dolor en las zonas involucradas y adyacentes, debido a que la erupción de la pieza provoca irritaciones en la encía y movimientos de las piezas adyacentes. Es por ello que tu dentista debe evaluar la situación y valorar si es necesario extraer los cordales para evitar males mayores.
Y los niños, ¿tienen dolor en los dientes?
Los más pequeños deben acudir al dentista antes de los 6 años, aunque hay casos en los que la visita ha de adelantarse por ciertos problemas dentales. De hecho, el primer problema con los dientes suele ser en el momento en que estos erupcionan a edades muy tempranas (entre los 6 y los 12 meses de edad), ya que la erupción dental suele provocar dolor y molestias en dientes y encías e incluso en ocasiones fiebre en el bebé.
Una vez pasada la erupción de la dentición dental de leche, los problemas de dolor dental en niños suele provenir de caries e infecciones pulpares, debido a infecciones bacterianas en los dientes. En este sentido, la prevención es la mayor aliada contra los problemas bucodentales y el consiguiente dolor, principalmente a través de una adecuada higiene dental.
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