¿Qué es la ortodoncia interceptiva?

La ortodoncia interceptiva, también conocida como ortodoncia infantil, es la ortodoncia que tiene como función interceptar los posibles problemas en las estructuras maxilofaciales y dentales de los niños durante la fase de crecimiento, con el fin de procurar en el futuro tanto una buena oclusión como una buena alineación dental.

Atendiendo al hecho que no se suele tratar con ortodoncia convencional (brackets, Invisalign, etc.) hasta que todas las piezas dentales definitivas han erupcionado, la ortodoncia interceptiva es el único instrumento que nos permite acomodar las estructuras maxilodentofaciales para el futuro.
Se trata, por lo tanto, de facilitar la correcta dentición definitiva de los niños en edad de crecimiento (6 ó 7 años de edad, una vez los incisivos centrales han erupcionado) para que puedan disfrutar de una buena salud bucodental en el futuro.
Así, las estructuras óseas mandibulares y maxilares se pueden ir preparando y acomodando, de manera guiada, para el momento en que los dientes definitivos empiecen a salir, asegurando la mejor posición de partida para una correcta alineación.
En efecto, la ortodoncia interceptiva tiene como propósito interceptar posibles patologías bucodentales como, por ejemplo, el prognatismo o el retrognatismo, el efecto de las cuales dificulta o imposibilita una dentición definitiva funcional y estética.
Si no se tratan este tipo de patologías cuando las estructuras óseas de los niños están desarrollándose, en el futuro se hace casi imposible una corrección que no exija de cirugía.
Objetivos de la ortodoncia interceptiva

Mejorar la estética bucodental e incluso de la estructura mandibular
Mejorar la funcionalidad de la articulación temporomandibular (ATM)
Promover un desarrollo estructural mandibular y maxilar adecuado
Facilitar la futura dentición definitiva del menor
Conseguir equilibrar las fuerzas de masticación
Evitar patologías gingivales y periodontales
Evitar patologías de la ATM
Tipos de ortodoncia interceptiva
Maloclusión de clase II
Maloclusión de clase II
Bionator
Aparato que tiene como objetivo estimular el crecimiento de la mandíbula para corregir una posición demasiado atrasada respecto al maxilar superior.
Arco extra oral
Este aparato, mediante un anclaje en la cabeza o el cuello, tiene como misión frenar el crecimiento del maxilar superior.
Herbst
En este caso, normalmente utilizado en fases finales del crecimiento, pretende reducir la distancia entre el maxilar superior y la mandíbula.

Maloclusión de clase III
Maloclusión de clase II
Máscara facial
La máscara busca estimular el crecimiento del hueso maxilar, que en combinación con el disyuntor, permite corregir la mordida cruzada. Seguramente este es el tratamiento menos estético que existe debido a su aparatosidad.
Mentonera
La mentonera pretende frenar el crecimiento del hueso mandibular y reducir así el prognatismo, es decir, evitar que la mandíbula esté más avanzada que el maxilar y la boca no pueda cerrar correctamente.
Mordida cruzada
Mordida cruzada
Disyuntor de McNamara
Este aparato fijo es de los más utilizados en ortodoncia interceptiva y su función es la de expandir el paladar para corregir un paladar demasiado estrecho y comprimido como para poder albergar la dentición definitiva.
Disyuntor de dos bandas
Aparato muy parecido al anterior que tienen como objetivo expandir el paladar y corregir tanto el paladar estrecho como la mordida cruzada.
Fases posteriores a la ortodoncia interceptiva

La ortodoncia interceptiva actúa al mínimo síntoma de que las estructuras óseas del niño no podrán ser funcionales en el futuro, motivo por el cual, aprovechando la mayor plasticidad de las estructuras que aún están en crecimiento, se opta por guiarlas y corregirlas cuando es más fácil. Pese a ello, es muy habitual que la ortodoncia interceptiva vaya seguida de la ortodoncia convencional (brackets), o incluso Invisalign, una vez el niño dispone de la dentición definitiva, ya que la ortodoncia interceptiva no asegura una correcta alineación, solo la favorece.
Ahora bien, es importante saber que, aunque la ortodoncia interceptiva no asegure la correcta alineación de los dientes definitivos, sin ella es imposible la funcionalidad y la estética en aquellos casos en que hay problemas de estructuras dentomaxilomandibulares. Pasados los años de crecimiento, si no se han corregido este tipo de problemas en las estructuras, solo podemos modificarlas con cirugía ortognática.
Ya sabes, si quieres que tus hijos tengan una boca perfecta, no esperes a la adolescencia, llévalos al dentista cuando tengan los incisivos centrales definitivos.