Pocas cuestiones están tan relacionadas con el éxito en la vida como la autoestima. De hecho, podemos tener salud, amigos, un buen trabajo o incluso mucho dinero, pero como tu autoestima no sea la adecuada, será difícil, muy difícil, que tengas auténtico éxito, o sea, que seas feliz. Entonces, ¿qué puedes hacer para mejorar tu autoestima?
Evidentemente, muchas cosas, la mayoría de las cuales exigen un proceso de autoconocimiento y transformación de hábitos cognitivos complejos de materializar. En cualquiera de los casos, para conseguir aumentar tu autoestima, necesitarás tiempo, ganas y un esfuerzo faraónico para llegar a aceptarte y quererte como ser único que eres. Es un camino duro pero el premio es inmejorable.
Sabido esto, existen otras vías para, si más no, iniciar el camino hacia el amor propio y poder sentirte mejor contigo mismo. En efecto, una de las vías más seguras, rápidas y eficaces es mejorando el aspecto de tu boca.
Pocas cosas son tan determinantes para la autoestima como la imagen que percibes de ti mismo y, sin duda, la boca y el estado de tus dientes y tu sonrisa colabora de manera determinante en esa imagen que tienes de ti mismo.
Todos y todas hemos visto personas que, hasta que sonríen, parecen una cosa y cuando dejan ver el estado de su boca parecen otra totalmente diferente. Ni la persona más agraciada físicamente puede prescindir de una bonita sonrisa.
La importancia de una sonrisa bonita
En ocasiones tener una sonrisa bonita traspasa los límites de lo considerado como meramente estético. Es decir, disfrutar de una sonrisa saludable y estéticamente atractiva es más una necesidad psicosocial que un capricho pasajero. Siempre hay casos, obviamente, que el componente estético es irrelevante para la persona, pero lo más habitual es que la apariencia física sea nuclear en nuestro autoconcepto y nuestra autoestima.
En este sentido, muchas personas son incapaces de vivir abiertamente por culpa de una boca poco saludable. Así, tener los dientes mal alineados, amarillos, grises o con ausencias dentales evidentes, hace que las interacciones sociales de la persona queden lastradas tanto su autoestima como la seguridad en sí mismo, algo que merma las oportunidades sociales de la persona.
No hay mejor presentación que una boca saludable y estética.
Tratamientos beneficiosos para sentirte mejor
De hecho, y sin contar con los beneficios para tu higienes bucodental y la funcionalidad de tu boca, la mejora estética favorecerá, desde el minuto uno, las interacciones sociales, el hábito de sonreír, las ganas de gustar y gustarte, etc.
Por tanto, y como elementos de un complejo sistema en continua interacción, las modificaciones positivas ayudan a crear un círculo virtuoso del estilo “si me gusto a mí mismo, me siento bien, si me siento bien me siento más seguro, si me siento más seguro sonrío e interacciono más…”. Ya sabéis, esto no es nuevo: “sonríe y el mundo te sonreirá”.
No obstante, hay tratamientos que podemos considerar más estéticos porque no pretenden, si más no de manera primordial, corregir alteraciones funcionales de la boca. Estamos hablando de los tratamientos llamados de “estética dental”, como por ejemplo, las carillas dentales o incluso las coronas dentales. Veamos más detenidamente estos tratamientos.
Carillas Dentales
Son las “reinas” de la estética dental ya que son capaces en pocas horas de mejorar muchísimo la estética de tus dientes.
Es cierto que en casos de mala alineación o con ausencias dentales este tratamiento no se puede realizar, pero si posees todas tus piezas dentales y la alineación es mínimamente correcta, las carillas pueden darte una apariencia fantástica.
Es, de hecho, el tratamiento estrella entre actrices y actores, estrellas de la música o incluso políticos.
Si eres una persona acomplejada por tus dientes o no te sientes totalmente a gusto con la imagen de tu sonrisa, las carillas dentales pueden cambiarte radicalmente el aspecto de tu boca y, por extensión, de tu rostro y tu presencia.
Coronas dentales
En aquellos casos en que las piezas dentales están en peores condiciones, sea por desgaste, por alineación, por color o por cualquier otro motivo, y teniendo en cuenta que probablemente será necesario endodonciar las piezas, las coronas son un tratamiento restaurador que consigue tanto funcionalidad como estética.
En efecto, las coronas tienen una capacidad de rehabilitar las piezas dentales propias superior a las carillas pues en las coronas se enfunda totalmente el diente, teniendo más margen para cambiar el la forma, la alineación e incluso el color de los dientes.
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