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A gran parte de la población le falta una o varias piezas dentales y sufren los problemas estéticos y funcionales relacionados. Es más, muchas de esas personas, y pese a los problemas asociados, no hacen absolutamente nada. En este sentido es importante saber que una ausencia dental no es la última consecuencia posible para tu boca sino que es solo el desagradable inicio de un serio problema de salud bucodental, funcional y biopsicosocial.
Sencillamente, las ausencias dentales no tratadas destrozan tu boca.
¿Qué puede provocar una pérdida de pieza dental?
Enfermedades de la boca
Ciertas patologías bucodentales provocan la pérdida de piezas dentales, como por ejemplo la gingivitis, la periodontitis o las caries. De hecho, no solo generan pérdidas dentales sino que provocan también la destrucción de los tejidos conectivos y óseos que rodean los dientes. Una patología bucodental sin tratar acabará siempre con pérdidas dentales y óseas. Estas enfermedades suelen estar íntimamente relacionadas con la mala higiene dental.
Traumatismos
Los más habituales son los relacionados con masticaciones traumáticas de alimentos duros.
Por ejemplo, el clásico hueso de aceituna o el cuscurro de pan demasiado duro que provoca una fractura vertical del diente y en consecuencia conduce a una extracción de la pieza. También los golpes y caídas pueden evidentemente acabar con un diente insalvable y perdido
¿Qué consecuencias tiene perder uno o más dientes?
Las consecuencias de las pérdidas dentales no siempre son conocidas y en ocasiones pueden ser de una importancia destacable. Veamos:
1. Problemas funcionales: los problemas más importantes y críticos.
Problemas para masticar
Estos problemas impiden masticar correctamente, obligando a usar más la otra parte de la boca y ocasionando un sobresfuerzo tanto en dientes como encías.
Además, una mala trituración de los alimentos genera serios problemas digestivos e impide ingerir determinados alimentos que precisan más poder de masticación.
Pérdida de hueso
Ésta es la consecuencia más devastadora para tu boca, pues una ausencia no corregida cuanto antes, provoca con el tiempo (y no mucho…) la pérdida del hueso que antes rodeaba el diente, de manera que finalmente acaba afectando tanto a las piezas adyacentes como a las complementarias (al no encontrar resistencia en la masticación).
Además, el uso de menor cantidad de dientes en la masticación genera, tanto desgaste en los dientes que quedan, como problemas de oclusión y de articulación temporomandibular (ATM). Como veis, los problemas no acaban con la pérdida de un diente.


Problemas en los otros dientes
Como decíamos, una pieza dental ausente provoca que los dientes adyacentes y opuestos acaben por desplazarse y a la larga acaben perdiéndose. Es decir, si no rehabilitamos cuanto antes, el espacio dejado por el diente perdido, mediante prótesis o implantes, el hueso acabará por reducir su densidad, provocando una fuerte recesión de la encía y haciendo que la base de tu dentadura sea menor.
Dicho de manera sencilla, si mantienes una ausencia dental acabarás perdiendo muchos más dientes. Tú decides.
2. Problemas estéticos: lo más evidente e importante para tu imagen
Las consecuencias de las pérdidas dentales no siempre son conocidas y en ocasiones pueden ser de una importancia destacable. Veamos:
Problemas para masticar
La estética dental queda seriamente comprometida si te falta un diente, más si éste es anterior. Una sonrisa con una ausencia dental es capaz de transformar el más bello rostro, en una cara desagradable y socialmente castigada, algo que no pasa desapercibido tanto para uno mismo como para las demás personas.
Tu sonrisa cambiará e intentarás no sonreír o lo harás de manera limitada, lo que sin duda te llevará a un estado de humor deficiente, poca seguridad y limitaciones de interacción social. De hecho, una ausencia dental es algo que va a comprometer tanto tu posición social como tu autoestima y felicidad.
Problemas para masticar
Tu cara acabará por deformarse ya que tus estructuras dentomaxilofaciales quedarán alteradas.
Por ejemplo, tanto el labio de la zona de ausencias dentales como el maxilar se deformarán, provocando una alteración seria de tu rostro.
¿Cómo puedo solucionar el problema de falta de dientes?
Implantes dentales
Son piezas de aleación de titanio que se integran totalmente en el hueso maxilar y se convierten en la futura raíz del diente protésico cerámico. Es sin lugar a dudas la mejor de las alternativas puesto que es la única que permite mantener el hueso de la zona donde se ha perdido el diente (hueso alveolar), impidiendo la reabsorción ósea.
Puentes dentales fijos
Es una opción menos eficiente pero la única en ciertos casos de ausencias dentales e imposibilidad de regeneración ósea. Esta opción impedirá el movimiento de los dientes opuestos y adyacentes pero no evitará la reabsorción del hueso alveolar de la pieza o piezas dentales perdidas. Otro problema puede venir del hecho que para realizar el puente se deben tallar las piezas adyacentes, algo que puede debilitarlas.
Prótesis dentales fijas o removibles
Como última opción, y en casos donde las ausencias son insalvables con otros tratamientos, las prótesis corrigen la funcionalidad de las ausencias. No obstante, la pérdida ósea estará presente y con los años los problemas aparecerán.
¿Y qué pasa si no hago nada?
Pues lamentablemente tendrás que ir asumiendo que vas a perder más dientes y que tu funcionalidad y estética empeorarán con el tiempo. En este sentido, una ausencia corregida a tiempo solo exigirá rehabilitaciones leves con uno o pocos implantes, y con un mantenimiento y una higiene adecuada el problema quedará estancado por muchos años. Sin embargo, la decisión de no hacer nada ante la falta de un diente, solo te acarreará futuros problemas.
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