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Las carillas dentales son uno de los tratamientos de estética dental con más demanda. De hecho, las carillas dentales son el tratamiento estrella en lo que a estética dental se refiere, puesto que pueden conseguir cambiarte radicalmente tu aspecto de forma rápida, personalizada y sin dolor.
Además, las carillas dentales, si sigues las pautas de tu dentista, pueden durar mucho tiempo, por lo que su coste acaba siendo bajo comparado con los beneficios que aportan a nuestra imagen y nuestra seguridad.
No obstante, y como todo en este mundo, nada dura eternamente. Con esto queremos decir que si los propios dientes acaban por romperse, desgastarse e incluso perderse, es natural que tus carillas dentales también puedan sufrir problemas.
Sin embargo, la mayoría de problemas con las carillas dentales suelen estar relacionados con malos usos o con un cuidado deficiente (al igual que pasa con los dientes naturales).

¿Qué tipo de carillas dental dura más?
Actualmente encontramos con diferentes materiales y marcas de carillas. En lo relativo a materiales, los más usados son la cerámica feldespática, el disilicato de litio, el composite y la cerámica híbrida. Como norma, los composites ofrecen resistencia, flexibilidad y buena estética pero con una duración limitada, esto es, unos 5 años, mientras que las cerámicas ofrecen mayor estética, mayor dureza, menor flexibilidad y mucha mayor duración, esto es, unos 10 ó 15 años de media.
Dentro de las cerámicas, a mayor estética (fase vítrea), mayor fragilidad, por lo que el material más estético siempre será el más frágil y el que más cuidados exija.

Por su parte, la cerámica híbrida, con base cerámica pero con inserciones de resinas, ofrece una estética muy parecida a la cerámica integral pero con las bondades de los composites, por lo que muchas personas acaban eligiendo este material, ya que permite obtener una buena estética sin tener que renunciar a ciertos usos (por ejemplo, morder un bocadillo con los incisivos centrales).
Otro material que goza de prestigio es el disilicato de litio, material cerámico con una dureza increíble pero con una estética muy semejante a la cerámica feldespática, que representa el súmmum tanto en estética como en fragilidad.
Por tanto, el disilicato de litio seria una opción para aquellos casos en que se busca una estética Premium junto a una dureza también de garantías.
¿Cómo se deben cuidar las carillas dentales?
Aunque acabemos de decir que las carillas dentales pueden durar de 10 a 15 años, 20 y 25 en muchos casos, lo cierto es que si no mantenemos un uso y un cuidado adecuado este periodo de tiempo puede acortarse hasta el mínimo posible, esto es, unas horas.
Puede parecer exagerado, pero no lo es, puesto que si pensamos que las carillas dentales pueden soportarlo todo, estaremos equivocados. Las carillas dentales, al igual que nuestros dientes, deben cuidarse. Veamos qué factores pueden determinar la vida de nuestras carillas.
Comidas y bebidas con coloración
Los alimentos y bebidas con colorantes pueden acabar tiñendo las carillas de composite y las carillas híbridas, no así las totalmente cerámicas.
El hecho es que los materiales cerámicos son 100% inorgánicos y no pueden ser alterados a través de colorantes. Sin embargo, tanto el composite, como la cerámica híbrida (matriz cerámica con partículas de resina), son sensibles a los alimentos y bebidas con colorantes, por lo que acaban tiñéndose.
Así, ejemplos de alimentos y bebidas que conviene controlar si disfrutas de carillas de composite o híbridas son el café, el vino tinto, los refrescos de cola, el curry, los frutos rojos o la salsa de soja.
Tabaco
Otro clásico de la tinción dental. El tabaco, que tiñe los dientes naturales, también afecta las carillas híbridas y de composite. Es obvio que el consumo de tabaco no presenta ningún aspecto positivo y que solo aporta problemas a nuestro organismo. Si tu salud respiratoria y cardiovascular no es suficiente, aquí tiene otra razón para no fumar: el tabaco mancha los dientes y las carillas de composite e híbridas.
En cambio, como ocurría con los alimentos y bebidas del aparatado anterior, el tabaco no pude alterar la cerámica, por lo que, se fume lo que se fume, las carillas cerámicas permanecerán inalteradas. Otra cosa es que, por causa del tabaco, pierdas los dientes que soportan las carillas debido al consumo de tabaco, pero eso ya lo abordaremos en otro post.
Usar los dientes como herramienta y morder objetos
Tanto los hábitos nerviosos (morderse las uñas, morder tapones de bolígrafos, etc.) como los usos inadecuados de nuestra dentadura (cortar celo, cintas, cascaras, romper objetos, abrir recipientes, etc.) son perjudiciales, y mucho, para nuestras carillas dentales. Si usas tus dientes para lo que no toca acabarás acudiendo al dentista.

Bruxismo
Para aquellas personas que padecen bruxismo, las carillas dentales están recomendablemente contraindicadas, ya que nada resiste a un adulto apretando inconscientemente sus dientes con fuerza. No obstante, si no hay otra opción o se desea mucho, las férulas de descarga serán la única opción para mantener a salvo las carillas dentales.
Mantenimiento y revisiones profesionales
Pese a que los materiales cerámicos no necesitan mantenimiento, sí lo necesita el diente y la encía que los alberga. Es decir, una carilla dental cerámica solo necesita que su unión con el diente no acabe siendo como un nido de gérmenes y bacterias, por lo que una higiene anual profesional evitará que las encías sufran la presencia de un objeto extraño como la carilla.
Diferente es el caso de las carillas de composite y las cerámicas híbridas, puesto que la presencia de resinas exige de mantenimientos para que la estética sea como la del primer día.

Alimentos muy duros o pegajosos
Las carillas dentales, sea cual sea el material de composición, pueden despegarse y fracturarse si se mastica alimentos muy duros o incluso pegajosas.
Las carillas no son irrompibles, al igual que nuestros dientes, por lo que si queremos conservar por muchos años las carillas, debemos tener en cuenta que ciertas conductas y ciertos alimentos son potencialmente peligrosos para nuestras carillas.
Por ejemplo, los clásicos frutos secos, el turrón, el bocadillo de pan crujiente –sino duro-, las tostadas o algunos mariscos son alimentos que si los masticamos, probablemente fracturaran o despegarán nuestras carillas dentales. Otros alimentos, como las manzanas o las zanahorias, si se comen a mordiscos, pueden provocar el despegue o la fractura de las carillas al realizar el movimiento de palanca, algo que también puede ocurrir a morder y estirar un trozo de bocadillo.
El modo de seguir disfrutando de estos alimentos y no tener problemas es desmenuzando los alimentos, esto es, partiendo el alimento de manera que no tengamos de utilizar los incisivos centrales y laterales para cortar el alimento.
Deportes de contacto y otras actividades
Cuando uno está continuamente practicando ciertos deportes, las carillas tienen que estar protegidas pues de lo contrario acabarán sufriendo un accidente.
Así, infinidad de deportes como, por ejemplo, el rugby, el boxeo, las artes marciales, el baloncesto, el Hándbol, el futbol o incluso el tenis o el pádel, pueden ser un factor de riesgo para nuestras carillas, por lo que lo más inteligente es realizar estos deportes con una férula de protección.
Higiene bucodental
Seguramente uno de los factores críticos para nuestras carillas. En efecto, al igual que nuestros dientes naturales, las carillas exigen de una higiene adecuada, ya que de lo contrario los dientes que sirven de soporte a las carillas acabarán teniendo serios problemas, como caries, gingivitis e incluso periodontitis, pudiendo perder las piezas dentales.
Por tanto, para mantener el máximo de tiempo la salud de los dientes y la estética de las carillas es necesario mantener una excelente estética dental, con una rutina que contenga los siguientes cuidados:
- Cepillado de dientes exhaustivo después de cada comida
- Uso de hilo dental e incluso de cepillos interdentales, como mínimo una vez al día (antes de ir a dormir).
- Uso de colutorios bucales antes de ir a dormir, tras el cepillado dental.
- Limpieza dental profesional (tartrectomía) cada 6/12 meses en función del estado de tu boca.
¿Qué problemas puede tener una carilla dental?
Como hemos dicho ya, los problemas más habituales en las carillas dentales son, por este orden, el despegado, la fractura y la tinción. Veamos:
Despegado de carillas
Es el problema más habitual y suele ocurrir inmediatamente después de que las carillas sean cementadas por adhesión a la dentina de los dientes.
El motivo es que los materiales utilizados para adherir las carillas a los dientes necesitan un tiempo de fraguado para que sus propiedades actúen, de lo contrario la unión no es suficiente para impedir que las carillas se despeguen ante fuerzas importantes.
Por si fuera poco, muchas personas desoyen a su dentista y muerden alimentos sin tener en cuenta que las carillas no son los dientes naturales, más en algunos casos en que las carillas permiten alinear los dientes y están adheridas salvando irregularidades importantes. Así, cuando el uso de las carillas no es el que el especialista ha prescrito, las carillas pueden saltar cuando menos te lo esperas.
Tinción de carilla
Como decíamos, la carilla de resina y la carilla híbrida puede teñirse ante la ingesta habitual de alimentos y bebidas con colorantes y el consumo de tabaco. Si este es el caso, en ocasiones podemos pulir las carillas para que vuelvan a dejar ver su color original, aunque cierto es que cuando pasa más tiempo las carillas tienen que sustituirse por otras nuevas.

Fracturado de carilla
Cuando los usos de las carillas son inadecuados, puede ocurrir que la carilla se fracture.
Si la fractura es limpia, la carilla, o el trozo de carilla fracturado, puede volver a cementarse. Si la carilla se fractura de manera “no limpia”, la carilla deberá volverse a elaborar, a menos que esta sea de composite y pueda solucionarse el problema en la misma boca del paciente.
Las carillas tienen que cuidarse
El resumen de este artículo es que las carillas tienen que cuidarse igual, más si cabe, que los dientes naturales. Así, pese a que son altamente resistentes y permiten hacer vida normal, exigen de ciertas pautas para no tener problemas.
Por tanto, si lo que deseas es que tus carillas duren muchos años, ten en cuenta que tienes que tener especial atención en los usos de los dientes, en la higiene bucodental y mantener con regularidad el control profesional. Si sigues estos pasos, tus carillas formarán parte de ti por mucho tiempo.
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